
No hace falta transformar tu vida entera para aportar al planeta desde tu escritorio. A veces, unos pocos cambios bien pensados pueden reducir tu impacto ambiental y, de paso, hacer tu espacio más consciente y agradable. Aquí te dejamos algunas ideas sencillas para empezar hoy mismo.
Reduce el consumo energético sin complicarte
Una oficina más sostenible empieza por consumir menos electricidad, sin perder comodidad.
- Aprovecha la luz natural siempre que puedas.
- Usa regletas con interruptor para apagar todos los dispositivos de golpe al terminar.
- Si vas a renovar equipos, opta por tecnología eficiente con etiqueta energética A o superior.
Reutiliza y compra con intención
Evita acumular por impulso. Sabemos que hay infinidad de gagdtes interesantes para tu despacho en caso, pero antes de adquirirlos, intenta:
- Reutilizar lo que ya tienes: un vaso bonito puede ser un portalápices, una caja una bandeja organizadora.
- A la hora de comprar, elige productos duraderos, reciclados o reciclables.
- Si es posible, apoya comercios locales o marcas con compromiso ambiental.
Cuida lo que (no) imprimes
Aunque estés en casa, puede que a veces necesites imprimir algo. Intenta:
- Hacerlo solo cuando sea realmente necesario.
- Usar papel reciclado o aprovechar las hojas por las dos caras.
- Ajustar márgenes y fuentes para gastar menos tinta.
- Si imprimes mucho, considera tintas ecológicas o cartuchos reciclables.
- Recicla los papeles mal impresos para tomar notas o usarlos de borrador.
Añade verde a tu espacio
Las plantas no solo decoran: también ayudan a purificar el aire y mejorar el estado de ánimo.
- Una pequeña planta en el escritorio puede cambiar tu energía.
- Elige especies fáciles de cuidar como potus, sansevieria o espatifilo.
- Y recuerda: regar también es una pausa consciente.
Conclusión
No necesitas ser perfecto/a ni hacerlo todo de golpe. Lo importante es empezar por algo, aunque sea pequeño. Una oficina más sostenible no solo cuida del planeta: también te conecta más con tu entorno y contigo mismo/a.