

Trabajar desde casa tiene muchas ventajas, pero también puede llevarte al agotamiento si no sabes marcar límites ni cuidar tu equilibrio. El bienestar mental no es un lujo: es una herramienta para rendir mejor y sobre todo para vivir más en paz. Aquí tienes algunas formas sencillas de integrarlo en tu día a día.
1. Empieza tu día sin pantallas
Antes de encender el ordenador o mirar el móvil, dedica unos minutos a despertarte sin estímulos digitales.
- Puedes hacer una pequeña rutina: estirarte, tomar un café en silencio, abrir la ventana o hacer alguna tarea sencilla del hogar que tengas pendiente.
- Este primer momento sin ruido exterior te ayuda a centrarte y empezar con calma.
2. Programa pausas reales y cúmplelas
No sirve de nada trabajar ocho horas seguidas sin parar. Tu mente necesita descansos breves cada cierto tiempo (descubre y decide qué intervalos de trabajo-descanso te funcionan mejor). Cuando estés en una pausa:
- Levántate, estírate, mira por la ventana, respira.
- Si puedes, sal a la calle 5 minutos: la luz natural y el aire fresco hacen maravillas.
- Lo importante es que la pausa no incluya más pantalla, busca otro tipo de estímulos o simplemente relájate yendo a por un vaso de agua.
3. Cierra el día con un pequeño ritual
Para evitar la sensación de “nunca desconectar”, crea un gesto que indique que la jornada ha terminado.
- Puede ser cerrar el portátil y guardar el teclado, anotar lo pendiente de mañana o simplemente cambiarte de ropa.
- Este hábito te ayuda a separar el trabajo de tu tiempo personal, algo clave para la salud mental en casa.
Conclusión
Estar bien no es algo que sucede por casualidad: se cultiva con pequeñas decisiones diarias. Introducir hábitos de bienestar y mindfulness te permite trabajar mejor, con más claridad y menos desgaste. Tu mente también forma parte de tu espacio de trabajo: cuídala.