Un escritorio desordenado significa desventajas: perder el tiempo buscando aquél papel que estás seguro/a de haber visto, tu claridad mental afectada y tu capacidad de concentración disminuida. En este artículo descubrirás cómo ordenar tu espacio de forma sencilla y sobre todo, mantenerlo bajo control sin mucho esfuerzo.
Aplica la regla del «menos es más»
Cuantos menos objetos tengas en la mesa, más sencillo será mantenerlos ordenados. Esto no quiere decir que dejes únicamente el portátil sobre el escritorio, pero puedes colocar accesorios extra sobre la mesa (bandejas o cajas organizadoras) para esas cosas que necesitas tener a mano pero que no utilizas todo el tiempo durante tu jornada laboral:
- Haz una limpieza de escritorio. Tendemos a acumular muchas cosas que podríamos archivar o directamente tirar a la basura. No te llevará mucho tiempo y te sorprenderá el cambio.
- Valora lo realmente esencial y distribúyelo encima del escritorio como sea más comodo para ti: portátil, libreta, bolígrafo, botella de agua…
- Almacena los objetos que utilizarás puntualmente a lo largo de tu jornada (cables, papeles, accesorios extra).
- Para el resto de objetos o papeles, puedes utilizar los cajones del escritorio o usar un archivador.
Crea zonas funcionales
Aunque tengas poco espacio, resulta muy útil dividir mentalmente tu área de trabajo:
- Una zona para el ordenador
- Una zona para tomar notas
- Otra para accesorios o almacenamiento (como las bandejas o cajas que comentábamos anteriormente)
Esto te ayudará a evitar acumulaciones y te permite asociar cada espacio a una tarea concreta.
Usa organizadores prácticos (y baratos)
No necesitas gastar mucho. Puedes reutilizar cosas que ya tienes en casa:
- Vasos o tazas para tus bolígrafos
- Cajas que ya tengas por casa como bandejas
- Clips grandes para recoger cables
- Tener a mano una papelera evitará que acumules basura en tu zona de trabajo (te proponemos que utilices una para reciclar papel y así hacer de tu despacho un lugar un poco más sostenible)
Pequeños elementos organizativos marcan la diferencia en el día a día.
Conclusión
Mantener tu escritorio ordenado no tiene por qué ser complicado. Una superficie despejada, zonas definidas y algunos organizadores, mejorarán de forma inmediata tu concentración y bienestar. Empieza por aplicar solo uno de estos consejos y observa cómo se transforma tu forma de trabajar.